MERATIFICOYPUNTO

Acción y efecto de comunicar o comunicarse. Es la primera definición que la Real Academia Española aporta en su diccionario sobre el término Comunicación. Denostada hasta el extremo en nuestros días, este blog pretende recuperar su esencia misma, como elemento consustancial a la realidad del ser humano y que le ha permitido dominar el mundo. Me ratifico a través de estas líneas, en demostrar que la mejor arma es la palabra...


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jueves, 22 de marzo de 2012

La Tierra vale 5.000 millones de dólares


Un astrofísico lo ha calculado

¿Cuánto vale la Tierra? El astrónomo y catedrático de astrofísica de la Universidad de California en Santa Cruz, Greg Laughlin, tiene la respuesta tras desarrollar una fórmula que determina el valor de los cuerpos celestes de nuestro entorno.

Para ello, ha utilizado una especie de ecuación de Drake para la economía cósmica, que toma como referencia factores como el tamaño de un planeta, la masa, temperatura, edad o brillo aparente de la estrella y también las condiciones de habitabilidad de su atmósfera y su superficie. De esta manera, la Tierra valdría casi 5.000 millones de dólares.

Según el algoritmo utilizado para el cálculo, los que se consideran "baratos" son aquellos poco habitables -menos parecidos a la Tierra-, mientras que los "caros" serían los que más se parecen a nuestro planeta. El objetivo inicial de dicha ecuación era poner precio a los exoplanetas terrestres descubiertos en la misión Kepler, para valorar cuáles de los 1.235 descubiertos debían ser investigados en profundidad. Muy pocos han superado la prueba.

No obstante, el astrofísico descubrió que la fórmula podría aplicarse, asimismo, a cualquier otro astro. Por ejemplo, se encontró con Gliese 581c, un exoplaneta que, junto a otros cinco homólogos gira en torno a una estrella similar al Sol y cuenta con una superficie muy parecida a la del globo terrestre. Según los estudios realizados, es el más parecido a la Tierra, y costaría tan solo 160 dólares americanos. Muy parecido, pero, como vemos, no tanto como para alcanzar nuestro valor. El precio de Marte ronda los 14.000 dólares; el de Venus, solo un centavo. La temperatura mínima de su superficie alcanza los 400 grados y, por lo tanto, no es habitable.

Estrellas con dueño

Más allá del simple cálculo, hay quien ha pasado a la acción. Es el caso de un norteamericano que escrituró casi todos los planetas y la Luna, pero no el Sol. De esta forma, dio vía libre a un auténtico conflicto astral, en el que se ha visto implicada la gallega Ángeles Durán. En 2010, Durán se auto proclamaba propietaria del astro rey, que había permanecido 5.000 millones de años sin dueño. Lo hizo con certificado ante notario de por medio y aprovechando, al parecer, un vacío legal en el convenio internacional según el cual un Estado no puede apropiarse de un planeta, pero que no hace referencia a la titularidad por parte de personas. Pensó, incluso, en cobrar un canon a todos los habitantes de la Tierra por uso de la energía solar.

Eso sí, para convertirse, de facto, en propietaria, debería acudir al Registro de la Propiedad que, de momento, no tiene competencias sobre el sistema solar.

Con todo, Durán no es la única que ha reclamado la titularidad del Sol. Ya lo hizo en los años 30 el norteamericano Lindsay y, nueve años antes que la española, en 2001, el abogado rumano Virgiliu Pop, según el cual, la gallega no es más que una impostora. Experto en Derecho Público del Espacio, Pop asegura que se convirtió en dueño de la estrella hace diez años, como consta en el Registro de Propiedad Extraterrestre del Instituto Arquímedes.

Aún así, de querer hacernos con cualquiera de estos elementos del sistema solar, bien sea para propio uso y disfrute, o como regalo, llegamos tarde al negocio cósmico: en los años 80, el estadounidense Dennis Hope reclamó la propiedad de la Luna, cuya cara visible dividió en millones de parcelas que empezó a vender en supermercados. Ajeno a esa realidad empresarial y en un alarde de generosidad, el chileno Jenaro Gajardo la regaló a sus compatriotas. No obstante, se han quedado sin herencia, porque el país forma parte del Moon Treaty, el tratado que prohíbe la posesión de la Luna, parcial o totalmente, por parte de individuos particulares.

Con tanta competencia, y un exiguo presupuesto para las cantidades estelares que se aventuran según los cálculos de Laughlin, tendremos que volver a poner los pies en la Tierra también en las compras navideñas de este año.

Cómo ir al trabajo y no morir en el intento


En épocas de crisis como la que atravesamos, muchos empleados ven en peligro su puesto de trabajo, por lo que no pueden 'permitirse el lujo' de ponerse enfermos. Pero, ¿qué hacer cuando es el propio entorno laboral el que se convierte en factor de riesgo? Preferimos trabajar, aunque no nos encontremos en óptimas condiciones, a perder nuestro empleo.
Según datos del Ministerio de Trabajo, el año pasado se registraron en España 10.042 casos de enfermedades causadas o agravadas por el trabajo. Sólo 24 bajas por cada 1.000 trabajadores.
El hecho de que una persona vaya a trabajar estando enferma, y realice un trabajo de peor calidad, supone una pérdida para la empresa de miles de millones de euros. Es el conocido fenómeno del 'presentismo'.
El problema se agudiza cuando es el propio entorno laboral el que resulta perjudicial para la salud del trabajador. Tanto es así, que la Organización Mundial de la Salud estableció, en 2007, un Plan Global de Acción para la Salud de los Trabajadores 2008-2017. El informe insta a desarrollar fundamentos para entornos laborales saludables 'por ética empresarial, por interés empresarial y por ley'.
Factores que afectan a la salud
La lista de condicionantes que influyen en el bienestar del trabajador es extensa y comienza incluso antes de llegar al lugar de trabajo.
•La falta de sueño. Según un estudio realizado este año por la Escuela Médica de Harvard, en EE.UU., puede desencadenar enfermedades, principalmente, si se sostiene en el tiempo. El insomnio no es considerado como causa de enfermedad pero, según el trabajo de Harvard, cada empleado estadounidense cuesta a su empleador unos 1.580 euros anuales de media por el tiempo que malgasta al no estar bien descansado.
•La falta de ejercicio. Perjudica también la salud del trabajador y amenaza su productividad. Y es que, según un estudio publicado en 2010 por el Observatorio de Medicina Ocupacional y Medioambiental de EE.UU., que realiza estudios epidemiológicos sobre problemas de salud relacionados con el lugar de trabajo y el medio ambiente, las personas obesas son menos productivas que las que tienen un peso razonable. El informe destaca que 'presentismo' e índice de masa corporal irían unidos de forma proporcional y lo ilustra con un dato: los empleados obesos que trabajan a tiempo completo en EE.UU. cuestan a sus jefes más de 56.210 millones de euros al año.
•La calidad del aire de la oficina. Por si fuera poco, un defectuoso sistema de ventilación puede desencadenar desde dolores de cabeza, a náuseas o fatiga. Según un informe emitido en 2008 por el Comité Científico de los Riesgos Sanitarios y Medioambientales de la Comisión Europea, la contaminación del aire, tanto interior, como exterior, influye en la aparición de enfermedades respiratorias. Una situación agravada en muchos edificios antiguos, con sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado obsoletos.
•Los desplazamientos. Según el instituto de opinión Gallup, emplear más de 23 minutos en llegar al lugar de trabajo tiene un impacto negativo en nuestra salud física y mental. Dolor de cuello, espalda, colesterol alto, obesidad o ansiedad son algunas de las consecuencias. Factores que redundarían en una merma de la productividad.
• El ambiente de trabajo. La tensión entre empleados, o entre estos y el jefe, puede provocar estrés laboral no solo en los trabajadores implicados, sino también en sus compañeros. Así lo afirma el autor Michael Leiter en su obra Destierro Burnout: Seis estrategias para mejorar su relación con el trabajo. En él, cifra en 231.000 millones de euros anuales las pérdidas económicas por esta razón.
•El dolor crónico. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., largas horas delante del ordenador provocan dolor de espalda crónico o la aparición de afecciones como el síndrome del túnel carpiano (la presión sobre el nervio y los tendones medianos de la muñeca por uso repetitivo de la musculatura del antebrazo), que puede estar ocasionado por estrés laboral y que causa (según este organismo) más bajas que las derivadas de explosiones o incendios.
•Los cambios de turno. Se relacionan con alteraciones en el metabolismo: mayor riesgo de diabetes, enfermedades coronarias y obesidad. A ellas se suman problemas mentales o de comportamiento, que pueden provocar insomnio, fatiga y, como consecuencia, pérdida de productividad, al interferir con el ritmo biológico de la persona. Pero también influye negativamente en el nivel de agilidad mental y motivación. Todo ello, según el documento Las enfermedades del trabajo: nuevos riesgos psicosociales y su valoración en el derecho de la protección social, realizado por el doctor Germán Barreiro, para el Ministerio de Trabajo. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer lo considera un factor de riesgo cancerígeno.
•El 'jefe tóxico'. Aquel directivo que provoca un efecto negativo en sus subordinados. Más allá de no valorar el trabajo de sus empleados o no motivarles, su sola presencia puede crear un entorno laboral estresante.
•La falta de seguridad en el empleo. Los despidos, sean directos o indirectos, no solo afectan a la moral del empleado, creando un clima de desconfianza y falta de lealtad hacia el empleador, sino que, unido al actual contexto económico, favorecen el miedo a perder el trabajo y bloquea al trabajador, según informe realizado en 2008 por el Centro para la Política de Trabajo y la Vida, de EE.UU.
•Más horas no implica mayor productividad. La agencia de trabajo temporal Randstad ha detectado una nueva tendencia en el mercado laboral español: pasar más horas en la oficina, para evitar ser despedido. Para dicha empresa, el perfil de la persona que acude a su trabajo estando enfermo es un varón, menor de 25 años, con estudios básicos y de origen español. El mismo perfil que, según el estudio, ha disminuido más su absentismo injustificado en época de crisis.

Publicado en:
http://es.finance.yahoo.com/noticias/ir-trabajo-morir-intento-124100393.html

Cinco claves para conseguir una subida de sueldo


El tiempo en que la empresa era quien proponía una subida, pasó a la historia. En crisis, quien quiere un aumento, se lo tiene que ganar. Según la empresa de gestión de recursos humanos Adecco, ese sería el mejor regalo para el 37 por ciento de los participantes en su V Encuesta ¿Qué le pedirías a tu empresa por Navidad?, publicada a finales de diciembre de 2011. La bajada de sueldo sería, para un 67 por ciento de los encuestados, el carbón. Unos datos muy similares a los reflejados en un estudio publicado en enero de 2010 por el portal de empleo Monster, según el cual el 40 por ciento de los españoles estaría dispuesto a pedir a su jefe un incremento en sus retribuciones ese año.
Pero, ¿cómo pedir un aumento? Es la pregunta que se hacen muchos trabajadores hoy día que ven cómo sus logros profesionales no se corresponden, en muchas ocasiones, con la retribución económica que perciben en un mercado laboral marcado por los recortes. En cualquier caso, tal y como escribió en su día el autor francés Georges Pèrec en su obra El aumento, este es un reto que puede superarse de forma diferente según la manera de afrontarlo.
Con el objetivo de lograr el éxito en este empeño, el portal de empleo Laboris se ha hecho la misma pregunta en su sección de noticias y consejos. El sí del jefe depende, en gran medida, según este portal, de cómo se pida ese aumento y de que el interesado sepa justificar y argumentar las razones por las que cree que lo merece. La clave: ser creativo y, sobre todo, sincero. Pero eso no basta. Según recoge el portal Monster, el empleador no lanza su mejor oferta de sueldo a la primera y son los candidatos que mejor negocian los que ganan más. Por otra parte, las personas que se atreven a negociar su sueldo de forma constructiva son mejor valorados por los reclutadores que quienes no se atreven a negociar, según Robin Pinkley, coautor de la obra Consigue el sueldo que vales.
Así, obtener un aumento de salario es difícil, pero no imposible. Eso sí, es importante disponer de una buena estrategia.
Argumentación convincente y razonable. Es necesario, según los consejos de Laboris, exponer argumentos de modo convincente y razonable, "sin hacerse la víctima" y evitando "agravios comparativos" con los compañeros.
Saber cuándo, cómo y por qué pedir el aumento. Hacerlo cuando el ejercicio presupuestario se ha cerrado, resta posibilidades. Hay que aprovechar, aconseja Laboris, situaciones como un ascenso para reclamar un aumento salarial acorde al incremento de responsabilidades. El trabajador debe hacer valer los logros alcanzados o el tiempo transcurrido desde la última revisión salarial. Según Monster, el empleado debe también tener en cuenta la política salarial de la empresa, así como la situación económica de ésta.
Poner precio al trabajo. Antes de solicitar esa modificación salarial, el interesado debe tener clara la subida que desea. Aunque la empresa tiene la última palabra, esto le permitirá negociar, según recoge Laboris.

Nadie es imprescindible. Si el trabajador no quiere arruinar sus posibilidades, no debe amenazar con abandonar su trabajo. Tampoco debe pedir un incremento si no tiene motivos para hacerlo, según Monster.
Hacerse imprescindible. Según Ramón Fauría, mentalista y entrenador en persuasión y motivación, el trabajador que desee un aumento de sueldo debe tratar de "crecer de manera que añada valor a los que le rodean. El aumento vendrá solo". No basta con hacer bien el trabajo, "hay que desplegar cierta estrategia o política". Averiguar los aspectos cruciales para la empresa, hacer que los demás se sientan bien consigo mismos o hacerse visible de forma "elegante y sutil" son otras de las bazas para alcanzar el objetivo, según el experto. Fauría aconseja, así mismo, desarrollar cualidades como auto conocimiento, mente estratégica y reflexiva, seguridad, empatía, capacidad de adaptación y tolerancia al conflicto o perseverancia. A ello hay que añadir, a su juicio, una buena imagen, humor y un lenguaje persuasivo, "palabras e imágenes y emociones poderosas".
Si, con todo, no logra convencer a sus superiores, al trabajador le queda un último recurso: pasar a la ofensiva, ya que, según un estudio publicado en la revista americana Journal of Personality and Social Psychology, los trabajadores agresivos y maleducados perciben al año un salario un 18 por ciento superior al de aquellos trabajadores que son educados y agradables. La clave, según el estudio publicado en 2011, estaría en que aquellos son también más activos en la negociación salarial.

Publicado en: http://es.finance.yahoo.com/noticias/claves-conseguir-subida-sueldo-072900043.html

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