La victoria del
Real Madrid ante el
Ajax de Amsterdam, al que se imponía por 1-4 en un nuevo partido de la
Liga de Campeones, no solo ha servido a los objetivos europeos del equipo, sino, sobre todo, para
aliviar las tensiones que, en los últimos días, pesaban sobre el vestuario blanco.
Tras el encuentro,
José Mourinho no dudó en destacar la actuación de
Sergio Ramos y su aportación para el triunfo final, asegurando que, desde que fue suplente, «ha hecho tres partidos muy buenos». «Ramos ha jugado bien, muy bien. Mi trabajo es sacar el rendimiento de los jugadores y ha hecho tres partidos muy buenos tras estar en el banquillo. Perfecto. Eso es lo que busco», ha admitido, por fin. Lo podría haber dicho antes.
Muy al contrario y muy a su estilo, el portugués optó por dar un toque de atención al sevillano en los días previos con una declaración que, como siempre, no dejó indiferente a nadie: «Cuando está a tope, Sergio Ramos me aporta todo lo que un defensor debe aportar, seguridad defensiva, calidad en salida de balón, fuerte a balón parado, liderazgo. Me aporta todo lo que uno de los mejores puede aportar».
También podría haberse quedado ahí, dando una razón de peso para la suplencia del defensa sevillano, dejando claro que no estaba satisfecho con su rendimiento, pero, de nuevo, tampoco lo hizo y, una vez más, quiso ir más allá: «Mi relación con mi mujer es mucho mejor que con Sergio Ramos», aunque, eso sí, la relación con
Ramos es «mejor que con gente que no conozco, que no trabajo día a día o que no tengo ambiciones comunes. Es la misma que la que puedo tener con Arbeloa o la que tengo con vosotros», en referencia a los periodistas.
Unas incendiarias declaraciones que llegaban después de la suplencia de
Ramos ante el
City en 'Champions', que dolió mucho al sevillano, que volvía al 'once' ante el
Rayo. De inicio también jugó el domingo ante el
Deportivo, donde, en la segunda mitad, llevó debajo de su camiseta la de
Özil, que se quedó en el vestuario en el descanso después de ser sentenciado por
Mourinho.
Una vez firmada la paz en Amsterdam, han llegado las explicaciones.
Mesut es muy amigo de
Ramos, quien le prometió que su primer gol de la temporada sería para él, por lo que, aprovechando su cambio ante el
Deportivo, el sevillano se puso su camiseta, por si caía el primer gol. Por lo demás, según parece,
su relación con
Mourinho es «buena, honesta y clara», no se sabe si mejor o peor que la que, supuestamente, mantiene con
Pilar Rubio. Por si no había quedado claro, el técnico luso ha dicho que
Ramos no tiene ningún problema con él ni él con
Ramos.
Las aguas vuelven, por tanto, a su cauce en la casa blanca, aunque no se sabe por cuánto tiempo, habida cuenta de los innumerables frentes que
Mou ha abierto desde su llegada al
Real Madrid y que salpican a
Valdano, al rival, árbitros o periodistas.
Pero la victoria ante el
Ajax supone el inicio de una nueva senda que el equipo blanco debe seguir si quiere recuperar su lugar natural en el Olimpo futbolístico.
Ramos ya está contento, por la victoria y por regresar a la titularidad,
CR7, ya no está triste, por los dos
hat tricks que se ha marcado últimamente, y
Mou no tiene ningún problema. Todo en orden, por tanto, para centrarse en lo verdaderamente importante.
