Proteger nuestro entorno natural haciendo un uso correcto de nuestro teléfono móvil es posible. Solo es necesario aplicar una serie de hábitos que, además de ser beneficiosos para el medio ambiente, también lo serán para nuestro bolsillo. Así, antes de adquirir un móvil, sería aconsejable saber si la marca cuenta con algún programa que proteja el medio ambiente.
Asimismo, sería conveniente invertir en productos de alta calidad que no necesiten un rápido reemplazamiento, alargando de esta forma la vida útil del móvil. No es bueno tampoco dejar conectado el cargador del teléfono una vez deje de utilizarse, puesto que sigue consumiendo energía. También es positivo que la batería del teléfono se consuma por completo y cargarlo sólo cuando realmente sea necesario.
Otro truco es economizar la luz del dispositivo para que no consuma tanta energía y requiera cargas continuas, además de reducir el brillo de la pantalla cuando no se esté utilizando, lo que también reducirá el consumo de energía. Junto a ello, hay que utilizar siempre baterías de un distribuidor autorizado: existen baterías de dudosa procedencia que no solo pueden dañar el dispositivo, sino también el medio ambiente.
Si queremos cambiar de móvil, pero el actual está en buenas condiciones, regalémoselo a alguien que lo pueda utilizar. Si ya no se puede utilizar por el uso, reciclémoslo.
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